Corría el año 1988, cuando en un viaje en moto a Andorra, vi en una tienda de bicis, una bici con ruedas gordas...
Fue un amor a primera vista... Un amor platónico, que un tiempo después se convirtió en el amor de mi vida (infidelidades aparte) Quizás un amor que llego un poco tarde (23 años) para poder disfrutarlo como lo haría un adolescente.
Primero fue una BH de vainas elevadas de un "bonito" color naranja con gotelé gris que daban en un banco a cambio de meter pasta a plazo fijo... Me duro unos meses hasta que la peté... Las salidas eran de 1 hora o menos... Sin pisar zonas 100% MTB.
Luego llego una Diamond Back Axis y mi primer descenso en La Molina. Era negra con gotelé blanco y Deore XT de la época. Juasss. Al poco tiempo le monte una Rock Shox de aquellas negras y letras fucsia.
Luego casi un año de baja por un accidente de moto y cientos de horas de rehabilitación. La bici fue mi motivación para salir adelante, pensando en que tenía que volver a montar...
Después llego la Alkon Runway (la que sale en el Bike nº ) otra Runway, Alkon Cherokee, Alkon "Proto" Gomis Fireball, unas "cuantas" Foes (unas 7 u 8, Slammer, DHS Tube, Mono, Weassel) Yeti... Años de carreras al "más alto nivel" (a mi más alto nivel, claro) que me descubrieron otra visión del deporte. La del esfuerzo-recompensa, la de las cosas bien hechas, la de la superación personal. La época de las locuras de correr el Europeo en La Molina y el Mundial en Canadá. La época de "llorar" por no haber empezado con la mitad de años para no llegar "tarde"
Después de un parón de 4 años, me re-engancho con una Lapierre X-160 LT y una GT Avalanche 1.0 con las mismas ganas que cuando era un "crio" de 23 años. Eso si... Redescubriendo la bici con una visión lúdica, que nada tiene que ver con la vertiente competitiva.
Han pasado 16 años. Y como ha cambiado todo!!!
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